Pasamos un tiempo maravilloso en Cal Marques Villa. La casa del siglo XVIII es enorme y está lleno de encanto. Josep Maria, el anfitrión, fue increíblemente simpático y amable. Desde el primer minuto, todo fue perfecto. La casa está llena de detalles y muy bien conservada. Aunque llegamos tarde y no pude conocer a Josep Maria en persona, pude hablar con él por teléfono y mis amigos me dijeron que era una persona muy amable y atenta. Sin duda, volveremos a esta casa con un ambiente increíble.

Nada de nada 👌.

La casa del siglo XVIII donde nos alojamos es simplemente increíble. Espaciosa, luminosa y bien conservada, no faltaba ningún detalle. Además, el anfitrión, Josep Maria, era extremadamente simpático y amable. Desde el primer minuto, todo fue perfecto. No puedo esperar para volver a esta casa con un "flow" increíble.

De verdad que lo aconsejo.

Pasé unos ratos fantásticos en este lugar. La casa es espaciosa y luminosa, y está muy bien conservada. El anfitrión es amable y atento, aunque no tuve el placer de conocerlo en persona. El lugar tiene un flujo increíble, con detalles y comodidades que hacen la estancia perfecta.

Quizás se echa de menos un lavavajillas cuando se va mucha gente.

Siempre vuelvo a este hotel porque tiene todo lo que necesito: Wi-Fi en las habitaciones, aparcamiento gratuito, utensilios de cocina, TV de pantalla plana, dardos, zona de comedor al aire libre. Además, la primera vez que me hospedé aquí, el personal cuidó muy bien de mis ancianos padres. ¡Volveré pronto para pasar unos días!

Pasamos una estancia maravillosa en la magnífica casa Cal Marques Villa. Es espaciosa, luminosa y muy bien conservada, sin faltar ningún detalle. Nuestros amigos y nuestros hijos disfrutaron mucho de los ratos que pasamos allí. Aunque no tuvimos la oportunidad de conocer personalmente al amable y atento anfitrión, Josep Maria, nos comunicamos por teléfono y según lo que nos dijeron, fue una persona encantadora. Desde el primer minuto todo fue perfecto en esta casa del siglo XVIII con un "flow" increíble. ¡Una experiencia que definitivamente repetiremos!

No me puedo quejar de nada. 🙌

¡Increíble! Pasamos unos ratos fantásticos con nuestros amigos y nuestros hijos en esta casa del siglo XVIII con un "flow" impresionante. El anfitrión, Josep Maria, fue súper amable y atento, a pesar de no haberlo conocido en persona. La casa es espaciosa, luminosa y conservada al detalle. Incluye wi-fi en las habitaciones y aparcamiento gratuito, además de utensilios de cocina, televisión de pantalla plana, dardos y zona de comedor al aire libre. ¡Wow! disfrutamos de una bebida de bienvenida y de las áreas de picnic y tumbonas. Los juegos de mesa y el servicio de almacenamiento de equipaje fueron una ventaja. Además, ¡se permiten mascotas y no se permite fumar!

Me encantó pasar un par de días en este lugar. Lo que más me gustó fue la atención del anfitrión, que fue muy amable y atento a todas nuestras necesidades. También me sorprendió gratamente la amplitud y luminosidad de la casa, además de estar muy bien cuidada.

Como aspecto negativo, eché en falta un lavavajillas en la casa. Cuando se viaja con mucha gente, es un detalle que se agradece para facilitar la limpieza.

Pasamos unos ratos fantásticos con nuestros amigos y nuestros hijos. El sitio era enorme y el anfitrión, Josep Maria, era tremendamente simpático y amable. La casa del siglo XVIII tenía un "flow" increíble y estaba perfectamente conservada.

Me sentí muy relajado, no me puedo quejar.

Casa sin falta de detalle

Espaciosa y luminosa. Muy bien conservada.- Anfitrión amable y atento

Casi perfecto.

Pasamos unos ratos fantásticos con nuestros amigos y nuestros hijos. Es un sitio enorme, como enorme es la simpatía y amabilidad de nuestro anfitrión, Josep Maria. Todo era perfecto, desde el primer minuto. Una experiencia que solo podremos repetir volviendo a esta casa del siglo XVIII con un “flow” increíble. La casa estaba llena de detalles encantadores, espaciosa, luminosa y muy bien conservada. Sin duda, fue una estancia inolvidable.